Subcontratación (Outsourcing)

 

La subcontratación es una necesidad cuando hay que liberar recursos internos para dedicarlos al logro de nuevos emprendimientos, o mayor concentración en los ya existentes. Además, permite una mayor flexibilización interna, y reducción de costos absolutos o relativos.

Las áreas que los empresarios tienden a delegar en terceros son: auditoría interna, impuestos, administración de riesgos, tecnología informática, contabilidad general, y compras.

El empresario, frente a la  subcontratación teme, principalmente, que el servicio sea ineficiente, que se divulguen aspectos, o datos, confidenciales, y perder el control sobre algunos procedimientos de su empresa. Este temor es natural e importante, porque, de concretarse, supondría un efecto contrario al buscado: costos adicionales por honorarios, pérdida de tiempo, impactos no deseados, desconfianza del personal en futuras reestructuraciones, etc.

El temor empresario puede amortiguarse si hay suficiente planificación antes del outsourcing, con participación del proveedor del servicio que coadyuve a dicha planificación, evitando los efectos de la posible inexperiencia de la empresa en estas delegaciones.

Por ello, somos conscientes de que, cuando nos contratan, debemos al menos:
  • adaptarnos a las necesidades del empresario, del directivo, y de su empresa, sintiéndonos como un integrante de ella.
  • hacer un estudio de las necesidades y de la organización, fijando claramente los objetivos.
  • ayudar a la planificación, incluyendo alguna forma de medir los resultados de la subcontratación para poder evaluar su eficiencia operativa y económica.

"La subcontratación no es más que una de las dimensiones de un fenómeno mucho más profundo que se está produciendo en el mundo hoy en día", Nandan Niledani, presidente de Infosys Technologies Limited.

"La subcontratación es una de las 10 cosas por la que la Tierra se volvió plana", Thomas Friedman, "La Tierra es plana", Ediciones Martin Roca SA, Madrid, España, 2006.